Los patios de entrada de los edificios antiguos situados en el Casco Viejo de Zaragoza suelen adolecer frecuentemente de humedades. Reiteradamente, cuando se acomete una reforma de un patio de entrada, se busca dar una solución a las humedades ocultándolas. Se aplican diferentes revestimientos nada porosos y se pinta encima con pinturas plásticas. Con esto se consigue que el conjunto no transpire provocando la reaparición de las humedades a corto y medio plazo en las paredes y techos.
La intervención realizada para la reforma patio de entrada de este edificio situado en la calle Armas de Zaragoza ha consistido en sacar el ladrillo visto en las paredes afectadas por la humedad, repasándolo con mortero de cal, logrando sacar todo su potencial. El mortero de cal es un material sostenible que tradicionalmente se ha utilizado en la construcción, con gran porosidad, lo que le convierte en un gran aliado para luchar contra las humedades.
También se han pintado puntos singulares del patio de entrada en diferentes colores para resaltarlos sobre el conjunto. En la paredes se ha optado por aplicar pintura ecológica, con alta capacidad y transpiración para evitar que surjan de nuevo humedades.
La baldosa hidráulica original de los suelos se ha restaurado para conseguir mantenerla por otros tantos años.
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Fotografía Daniel Becerril.
20 julio, 2018
Reforma