Hay viviendas que transmiten sensaciones agradables en cuanto entramos en ellas, dan ganas de vivirlas y de poder disfrutarlas. Eso hemos conseguido en la reforma sostenible de este piso ubicado en un antiguo edificio de la Magdalena, con un enorme potencial. Nos emocionó que los clientes se pusieran en contacto con nosotros para poner en nuestras manos la reforma de su vivienda, a la vez que entendían y compartían nuestra filosofía de trabajo.
Hemos podido recuperar todo tipo de materiales que estaban ocultos, predominantemente maderas y suelos hidráulicos.
En los techos se han dejado vistas las antiguas vigas de madera que llevaban años ocultas tras los falsos techos de cañizo. Tras un laborioso trabajo de recuperación, lijándolas y tratándolas, se ha optado por dejarlas vistas para ganar altura en el vivienda y así conseguir una mayor sensación de amplitud. Además, se han recuperado las antiguas puertas de madera y sus marcos, decapándolas y sacando el color original a la madera. Dejar la madera recuperada a la vista aporta un mayor grado de confortabilidad a la vivienda.
En los suelos hemos rescatado las antiguas baldosas hidráulicas, recuperando el suelo original de la vivienda. Para ello hemos tenido que levantar las diferentes capas de baldosas y morteros que había encima de ellas. Una vez descubiertas, las hemos lijado cuidadosamente para sacarles todo el color.
Además, en algunas paredes y pilares, hemos sacado el antiguo ladrillo a la vista, confiriéndole una personalidad propia a cada espacio.
Para la división de la cocina con el salón, se ha recuperado una antigua puerta metálica existente en la antigua galería. Adaptándola con guías al nuevo espacio, hace las veces de cerramiento mediante una bonita puerta corredera de hierro y cristal.
Hemos conseguido realizar una reforma sostenible, reutilizando al máximo los materiales existentes en el piso y consiguiendo un alto grado de confortabilidad.
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Fotografía Daniel Becerril.
25 marzo, 2019
Reforma